Llega el invierno y los resfriados y gripes están a la orden del día: los virus se propagan con mayor facilidad aprovechando los planes de interior y el frío, que debilita las defensas, se suma a un cóctel donde la falta de exposición al sol se convierte en otro ingrediente principal de los desafíos estacionales. Una de las formas más efectivas de proteger a nuestro sistema inmune es a través de una alimentación equilibrada y rica en nutrientes. Sigue leyendo y descubre la importancia de lo que ponemos en el plato durante la temporada invernal.

1. Frutas y verduras frescas:

Cargadas de vitaminas y antioxidantes, las frutas y verduras frescas son esenciales para mantener un sistema inmune fuerte. Opta por cítricos como naranjas, mandarinas y pomelos, así como por verduras de hojas verdes como espinacas y brócoli.

2. Ajo:

Con propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias, el ajo es un aliado poderoso para combatir infecciones. Puedes agregarlo a tus comidas diarias o incluso consumirlo en forma de suplemento.

3. Jengibre:

Conocido por sus propiedades antinflamatorias, el jengibre es excelente para aliviar síntomas de resfriados y gripes. Puedes incorporarlo en tus tés o utilizarlo como condimento en tus platos.

4. Yogur y probióticos:

Los probióticos presentes en los yogures y otros alimentos fermentados promueven la salud intestinal, que está estrechamente relacionada con el sistema inmune. Apuesta por yogures naturales sin azúcares añadidos y otros alimentos ricos en probióticos como el chucrut y el kéfir.

5. Frutos secos y semillas:

Almendras, nueces y semillas, como las de calabaza y girasol, son ricas en vitamina E, un antioxidante clave para mantener un sistema inmune en plena forma.

6. Pescados ricos en ácidos grasos omega-3:

Los ácidos grasos omega-3 presentes en pescados como el salmón, la caballa y las sardinas tienen propiedades antinflamatorias que pueden ayudar a combatir enfermedades y fortalecer el sistema inmune.

La clave para fortalecer las defensas en invierno está en adoptar una dieta equilibrada y rica en nutrientes. Al incorporar estos alimentos en nuestra rutina diaria conseguimos proteger el cuerpo de enfermedades y fomentar una salud general que se pueda mantener en el tiempo. Recuerda que una dieta equilibrada, combinada con otras prácticas de vida saludables, contribuyen de manera significativa a nuestro bienestar.