La migraña se conoce comúnmente como “un dolor de cabeza recurrente”. Normalmente, causa un dolor moderado, que, con el paso de las horas, pasa a intenso. El dolor suele ser unilateral, pulsátil y empeora con el esfuerzo físico; y también puede provocar náuseas y sensibilidad a la luz y al sonido. 

Los datos afirman que la migraña es la causa más común de dolor de cabeza recurrente y afecta a más del 50% de la población mundial. Esta enfermedad se diagnostica con mayor frecuencia durante la pubertad y va aumentando su frecuencia con el paso de los años; aunque disminuye después de los 50 años. 

Síntomas de la migraña:

La migraña es más común que afecte por las mañanas y, normalmente, suelen aparecer en momentos predecibles como: la menstruación, fines de semana tras una semana estresante…; y los ataques varían en frecuencia y gravedad. 

Los síntomas más comunes de la migraña suelen ser: 

  • Cambios de humor.
  • Dolor de cuello.
  • Antojos de alimentos o, por el contrario, pérdidas de apetito.
  • Náuseas.
  • Sensibilidad a la luz.

Aunque no tiene por qué ir en orden, habitualmente, el cuadro clínico de la migraña pasa por cuatro fases diferentes:

  1. Fase prodrómica, la fase previa: comienza 24 horas antes de que llegue la migraña. Los síntomas predominantes en estos momentos son: antojos de comida, cambios de humor inexplicables, bostezos incontrolables, retención de líquidos o aumento de la orina.
  2. Aura: durante esta fase se desarrolla sensibilidad a la luz o debilidad muscular. Esta fase puede ocurrir previa o posteriormente a la migraña y afecta a un 25% de los pacientes. Produce alteraciones en el equilibrio, la coordinación muscular, el habla o la visión. 
  3. Dolor de cabeza: comienza en forma gradual y luego se va volviendo más severo. Suele ser un dolor punzante y solo en un lado de la cabeza. En esta fase, también se desarrolla sensibilidad a la luz, el ruido y los olores, así como náuseas y vómitos. 
  4. Fase postdrómica. Tras pasar el dolor de cabeza, la persona suele sentirse agotada, débil y confundida. 

Diagnóstico y pronóstico de la migraña:

El diagnóstico de la migraña se basa en los síntomas característicos y un examen físico normal, que incluye un examen neurológico completo.

Para algunos pacientes, la migraña es un inconveniente poco frecuente y tolerable. Para otros, es un trastorno devastador que provoca frecuentes períodos de incapacidad, pérdida de productividad y una calidad de vida gravemente deteriorada.

Tratamiento de la migraña:

Los profesionales recomiendan usar técnicas de relajación, yoga o intervenciones conductuales. Para mitigar el dolor se puede tomar paracetamol y medicamentos antiinflamatorios. Cuando el dolor se hace más agudo, los médicos recetan triptanes, lasmiditan, gepants o dihidroergotamina, más un antiemético antagonista de la dopamina.

Dispositivos neuromoduladores para tratamiento y prevención agudos.

Realmente la migraña no se puede curar, se puede controlar. Se aconseja que los pacientes lleven un diario para vigilar el dolor y tener conciencia de en qué momento llegan los ataques. Así, se puede manejar y evitar los factores desencadenantes. 

¿Qué factores provocan la migraña?

Entre otros, hay una serie de factores que favorecen la aparición de la migraña:

  • La aparición de la migraña es más común en las mujeres que en los hombres. Los cambios hormonales que sufren las mujeres a lo largo de su vida: las alteraciones que se producen durante los períodos menstruales, en el embarazo o en la menopausia. Asimismo, los medicamentos relacionados con las hormonas, como los anticonceptivos, pueden empeorar los efectos de las migrañas. Según se ha podido comprobar, la mayoría de veces, las migrañas desaparecen después de la menopausia. 
  • Las bebidas alcohólicas y las bebidas con cafeína.
  • El estrés que provoca el trabajo o la misma casa. 
  • Las luces, los sonidos o los olores. Los cambios bruscos de luz, los ruidos o los olores fuertes, provenientes de los productos químicos o del tabaco. Cambios en el sueño. La falta de sueño o dormir demasiado pueden desencadenar migrañas en algunas personas.
  • El esfuerzo físico también aumenta la posibilidad del dolor de cabeza.
  • Los cambios de temperaturas o los cambios de la presión biométrica.
  • Saltarse comidas y algunos alimentos también favorecen la aparición de la migraña: los procesados, los quesos maduros… Así como algunos aditivos (edulcorantes, conservantes…).
  • Aunque no es hereditario, si tienes antecedentes familiares, hay bastante probabilidad de desarrollarla. 
  • La edad es un factor clave en el desarrollo de la migraña. Como se ha comentado previamente, la migraña suele aparecer en la adolescencia, teniendo su mayor foco en los 30 años y desapareciendo, de forma gradual, a partir de los 50 años.