El cuidado de nuestros ojos y del sentido de la vista es algo fundamental, ya que el 50% de la información que recibimos, nos llega a través de ellos. Gracias a la luz que reflejan los objetos, el ojo capta la información y la transmite al cerebro, que la interpreta y manda las respuestas necesarias. Este proceso es lo que se denomina como visión. La visión empieza por la parte delantera del ojo, que es la que se puede apreciar; pero dentro hay muchas más partes que no vemos. 

Problemas oculares:

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que más de mil millones de personas viven con alguna deficiencia ocular. De ellas, treinta y seis millones de personas son completamente ciegas.
Asimismo, la OMS afirma que hasta el 80% de los casos de discapacidad visual, incluida la ceguera, son evitables, ya que es debido a que las dos principales causas, la miopía y el astigmatismo o las cataratas, no se han corregido a tiempo. 

Con el paso de los años, en la población de mayor edad, es más frecuente la discapacidad visual. En España, el 93% de la población mayor de 55 años utiliza algún método para mejorar su visión. A día de hoy y con el abuso de las nuevas tecnologías, se produce el adelanto de la fatiga visual y de otras enfermedades relacionadas, como la presbicia o la miopía.

Los problemas más comunes que se dan son los relacionados con la refracción, es decir, los fallos al enfocar al ojo. 

Las enfermedades relacionadas con la vista más comunes son:

  • Astigmatismo. Es un problema en la curvatura de la córnea, que provoca que el ojo reciba imágenes, en parte, borrosas.
  • Miopía. El ojo enfoca la imagen de un objeto delante de la retina, en lugar de hacerlo directamente en ella. Como consecuencia, los objetos lejanos se ven borrosos. Se suele agravar en la infancia y se estabiliza en la edad adulta.
  • Hipermetropía. A diferencia de la miopía, la imagen se enfoca detrás de la retina, lo que provoca no ver con claridad los objetos cercanos y si los lejanos.
  • La presbicia o “vista cansada”. Surge a partir de los 35 años y se trata de la pérdida de capacidad de enfocar de cerca, que merma la capacidad de enfocar: el ojo no enfoca la luz de forma pareja sobre la retina, lo que implica que las imágenes se vean borrosas o alargadas.

También existen problemas oculares que son temporales:

  • Cataratas. Son muy frecuentes en las personas mayores y requieren ser eliminadas con cirugía. A veces, también se dan en niños pequeños y es necesario tratarlos, para evitar problemas más desarrollados.
  • Daltonismo. Induce que las personas confundan los colores con otros, debido a una alteración de las células del interior de la retina. 
  • Conjuntivitis. Es una enfermedad infecciosa, que provoca el enrojecimiento del ojo y el lagrimeo. 
  • Orzuelo. Es la infección de uno de los folículos por donde crecen las pestañas. No es grave, pero si molesto.
  • Glaucoma. Es una de las principales causas de la ceguera en los países occidentales. Es una lesión en el nervio óptico debida a un aumento de la presión del ojo. 
  • La degeneración macular asociada a la edad (DMAE). Afecta sobre todo a las personas mayores de 60 años. Cuando se produce la degeneración de la mácula, la zona central de la retina presenta cicatrices que van deteriorando la vista a lo largo de los años. 
  • Estrabismo. Debido al desequilibrio de la fuerza de los músculos, provoca que los ojos se vean cruzados. Puede corregirse con cirugía. 
  • Lesiones oculares. Se producen por la acción de agentes irritantes externos (arena, suciedad…).
  • Retinopatía. Es el bloqueo de la retina, debido a los altos niveles de glucemia, unidos con la hipertensión y la hipercolesterolemia.
  • Ceguera. Por numerosas causas, se trata de la pérdida de visión útil, ya sea temporalmente o de forma permanente.

La importancia de acudir al oftalmólogo.

Según la OMS, solo el 40% de la población de nuestro país se ha sometido a una revisión anual exhaustiva de la vista. Normalmente, los ciudadanos suelen retrasarlas porque, a priori, no perciben ningún problema o sienten que ven bien.

Sin embargo, es necesario acudir regularmente a un especialista, ya que la detección temprana y el tratamiento precoz es fundamental para prevenir la ceguera.

Consejos para cuidar la vista:

  • Vigila tu alimentación. La vitamina A es fundamental para la vista, por lo que intenta comer alimentos ricos en ella. 
  • Hidrata frecuentemente tus ojos. Cuando trabajes con el ordenador o estés mucho tiempo con el móvil, recuerda parpadear a menudo. Además, es importante ventilar la estancia. En los casos más extremos, cuando hay mucha sequedad, es recomendable usar lágrima artificial. 
  • Cuando realices un esfuerzo visual, a corta distancia, asegúrate de tener luz suficiente con el fin de prevenir la fatiga ocular.
  • No te acerques demasiado a los aparatos electrónicos (televisión, móvil, tablet…) ni los uses durante demasiadas horas al día. Al hacerlo, intenta ajustar el brillo y usar un protector de pantalla.
  • Proteger los ojos del sol con gafas homologadas.
  • Intentar relajar la vista, así se evitan problemas en el futuro. También, es muy importante revisar los ojos de manera regular.